¿Has escuchado alguna vez sobre el estrés térmico? Es el malestar ocasionado por la carga de calor a la que los trabajadores están expuestos y que resulta de la combinación de las condiciones ambientales de su lugar de trabajo, de la actividad realizada y de la ropa que usan.
Además del malestar general, la constante exposición al calor puede tener repercusiones directamente en la salud, tales como:
- Síncope por calor: La permanencia inmóvil, ya sea de pie o sentado, durante mucho tiempo en un ambiente caluroso puede producir una bajada de tensión al realizar un cambio rápido de postura. Es común que se manifieste con pérdidas de consciencia o desmayos.
- Deshidratación: Estar expuesto de forma prolongada al calor implica una pérdida de agua a través de la sudoración, lo que puede producir problemas gastrointestinales y calambres musculares.
- Agotamiento general: Al existir una gran deshidratación, es factible experimentar náuseas, fatiga y, por lo tanto, pérdida de la capacidad de trabajo.
- Golpe de calor: En este caso es completamente necesaria la asistencia médica, puesto que es la situación más grave que se produce por un incremento elevado de la temperatura interna por encima de 40,5 °C. Se manifiesta al tener la piel caliente y seca debido a que no se produce sudoración.
Parte de la intención del aislamiento térmico es precisamente garantizar la seguridad de tu personal de trabajo a través de la termorregulación, no obstante, no solo tu capital humano está en riesgo debido a las altas temperaturas, de hecho, esto también puede tener repercusiones en tu equipo de trabajo y maquinaria industrial.
La afectación del calor en las máquinas y equipos industriales es una cuestión de gran relevancia, ya que puede comprometer seriamente su funcionamiento, eficiencia y vida útil. A continuación, te hablamos más a detalle de estos aspectos:
Impacto del calor en la maquinaria industrial
El calor excesivo puede provocar la expansión de componentes metálicos, lo que a su vez puede llevar a un desgaste prematuro, fallas mecánicas o incluso la deformación de partes esenciales. Además, en sistemas eléctricos, puede llevar a una sobrecarga y fallos en los circuitos, aumentando el riesgo de cortocircuitos o incendios.
Pérdida de eficiencia y aumento de costos
Un ambiente de trabajo excesivamente caliente también reduce la eficiencia de las máquinas. Esto se debe a que los equipos que operan en temperaturas más altas de lo recomendado tienden a tener un rendimiento subóptimo, lo que se traduce en una mayor necesidad de mantenimiento y reparaciones, incrementando así los costos operativos.
¿Cómo el aislamiento térmico puede solucionar estos inconvenientes?
El aislamiento no solo protege a los trabajadores, sino que también mantiene las temperaturas dentro de los límites seguros para el funcionamiento de la maquinaria. Esto se traduce en una operación más eficiente y segura, prolongando la vida útil del equipo y reduciendo la frecuencia y gravedad de las averías.
En suma, el control de la temperatura en los entornos industriales es fundamental tanto para la seguridad y bienestar de los trabajadores, como para la eficiencia y durabilidad de la maquinaria y equipos. La inversión en aislamiento térmico y en sistemas de control de temperatura no solo es una medida de seguridad laboral, sino también una estrategia rentable a largo plazo.
Proteger tus instalaciones y equipos del estrés térmico significa asegurar la continuidad y eficacia de tus operaciones industriales; en Vemori, queremos contribuir al éxito y sostenibilidad de tu negocio a través de soluciones de termorregulación que se adapten a tus necesidades y las de tus trabajadores.